domingo, 30 de diciembre de 2018



 PADRE DE CAMILO CATRILLANCA NO RECIBIO CARTA DEL GOBIERNO         
                PERO EL MERCURIO SÍ

Siguiendo con la tónica mostrada ayer, cuando denunció que no les ha llegado ninguna carta desde La Moneda pidiendo disculpas por el asesinato de su hijo, Marcelo Catrillanca volvió a criticar al Gobierno, especialmente a la vocera, quien había asegurado que en Palacio ahora son "más cautelosos". Catrillanca explotó, preguntándose cómo es que Cecilia Pérez "se atreve a hablar tanta estupidez".    El Mostrador

"El Mercurio" tuvo acceso a texto escrito por el Presidente Piñera con fecha 20 de noviembre:
Carta a familia Catrillanca dice que el Gobierno buscará "incansablemente" esclarecer el caso    El Mercurio

La Tercera

The Clinic

      CARABINEROS

Ambas poseen 30 años en la institución. La primera de ellas asumió la Dirección de Bienestar luego de que Mario Rozas fuera designado como general director.    Emol

La Tercera

PRESIDENTE SEBASTIAN PIÑERA

El primer año de Piñera y el saldo del "tsunami" Catrillanca, los personajes que emergieron en 2018, la oposición dividida en ocho... ¿Comienza la romería a Ginebra?
El año político visto por columnistas de "El Mercurio"


GOBIERNO

El Mercurio 29

CONVERGENCIA PROGRESISTA

Balance 2018
La oposición en el desierto - Tanto el Frente Amplio como la ex Nueva Mayoría carecieron de una estrategia política para desafiar a un gobierno que no tuvo un buen año. Cuatro hitos muestran lo perdida que estuvo la oposición este año.  Interferencia

LA DC
Senadora DC y exministra de la Segpres y del Trabajo
Ximena Rincón: "Estoy disponible para una candidatura presidencial"    El Mercurio

CHILE VAMOS Y OTRAS COLECTIVIDADES DE DERECHA



Bloque opositor pidió una reunión para los primeros días de enero: Evópoli y RN evalúan sumarse a diálogo por La Araucanía convocado por el Frente Amplio  El Mercurio

FRENTE AMPLIO

Como bloque, solo presentaron nueve proyectos de ley en el 2018:
El complejo debut del Frente Amplio en el Congreso           El Mercurio

POLITICA – Otros partidos, personalidades, perspectivas

“La tarea intelectual de la derecha es no eludir, como hasta ahora, la reflexión sobre su pasado”, sentencia el rector de la Universidad Diego Portales, Carlos Peña, al abordar uno de los debates que han marcado la recta final del año: el impacto que sigue generando la figura de Augusto Pinochet en el actual bloque oficialista.
En un balance de lo que ha sido el año político 2018, el ensayista cuestiona al bloque por su incapacidad de “emitir una opinión reflexiva frente a su propio papel en la dictadura y en la violación a los derechos humanos”. En respuestas emitidas a través de correo electrónico, el columnista, además, aborda lo que representa José Antonio Kast, la crisis producto de la muerte de Camilo Catrillanca y el presente y futuro de la gratuidad en la educación superior.      La Tercera


ABORTO EN TRES CAUSALES

De estos embarazos, 32 fueron producto de violaciones, la mitad en niñas con menos de 14 años. Hospitales informaron 535 procedimientos y 167 gestaciones que, pese a calificar en la norma, no se suspendieron.

Izkia Siches, presidenta del Colegio Médico, sobre el aborto: “Ninguna mujer está llamada a ser mártir”                                                             La Tercera

IGLESIA CATOLICA

“Es el peor momento en la historia de la Iglesia”

La visita del Papa a Chile debía ser un éxito, pero fue todo lo contrario. Varios episodios detonaron un huracán que apuntaba a un solo motivo: las denuncias por abusos sexuales en contra de sacerdotes. Reportajes reunió a cuatro de ellos -un exobispo, un Schoenstatt y dos jesuitas- para hablar de la crisis y sus repercusiones. Esto es lo que discutieron. La Tercera

Daniel Matamala
Es ese lazo con otros seres humanos reales, no con un dios, el que fomenta la generosidad de las personas. Quienes somos ateos o agnósticos tendemos a olvidar esa diferencia y entender la religión como un conjunto de creencias más o menos extravagantes. Eso es un error. Ser católico no es recitar al pie de la letra el Credo; es sentirse parte de una comunidad.
El sicólogo social Jonathan Haidt lo explica con una analogía entre religiones y barras de fútbol. Ambas, dice Haidt, “son hechos sociales”, que a través de una serie estandarizada de ritos (símbolos, héroes, mártires, cantos, bailes) hacen a sus fieles “sentir que son parte de un todo”.
El hecho social es lo fundamental, no la fe, dice Haidt. Así, explicar la religión estudiando las creencias sobre Dios es tan incompleto como intentar entender el comportamiento de las barras en los estadios aprendiendo la regla del off-side.
En las sociedades modernas, ese rol unificador de las religiones desaparece. Según el CEP, la gran mayoría de los chilenos (86%) sigue creyendo en Dios, pero curas y pastores están perdiendo su poder para moldear esa fe. Creencias tradicionales (el mal de ojo) o animistas (la energía espiritual de la naturaleza), son tanto o más populares que las que tienen el sello institucional, como la Virgen o los santos.
¿Debemos temer, entonces, como Voltaire, ser apuñalados en la noche?
No necesariamente. Las democracias modernas han sido exitosas en reemplazar la religión con otros “órdenes imaginados”, como los llama el historiador Yuval Noah Harari. Podemos no creer en Dios ni menos en sus representantes en la tierra, siempre que creamos en religiones seculares, como el humanismo, el liberalismo o el nacionalismo. Así, creemos (con nuestra Constitución) que “nacemos libres e iguales en dignidad y derechos”, y generamos lazos e instituciones en torno a esas creencias compartidas: nación, democracia, libertad, derechos humanos.
Ninguna de esas convenciones sociales es más “real” que otra. Las libertades individuales y los derechos humanos son una construcción social, tal como lo son Zeus, Alá o Yahvé. Pero son capaces de cimentar sociedades mucho más justas y prósperas que aquellas que dependen de la religión.
Si no me cree, revise el listado de los 10 países más religiosos del mundo según Gallup: Etiopía, Malawi, Níger, Sri Lanka, Yemen, Burundi, Djibouti, Mauritania, Somalia y Afganistán.
Y compárelo con el de los 10 países menos religiosos del orbe: China, Japón, Estonia, Suecia, Noruega, República Checa, Hong Kong, Holanda, Israel y el Reino Unido.
Los países nórdicos están entre los menos religiosos del mundo, y al mismo tiempo son líderes en los bienes sociales que supuestamente la religión provee: felicidad (según el Informe Mundial de Felicidad), comportamiento ético (Transparencia Internacional) y confianza entre las personas (World Values Survey).
Chile va en rápido tránsito, alejándose del vecindario de Afganistán y Yemen, para acercarse al de Noruega y Suecia. Y esa es una excelente noticia.
Parece que, después de todo, Voltaire estaba equivocado. Y que la mejor manera de dormir tranquilo por las noches no es convencer al criado de que Dios existe, sino crear una sociedad basada en principios que todos, religiosos y no religiosos, podamos compartir.

  ------------OTROS TEMAS -------------

CULTURA

Comentarios de Gastón Soublette
Desentrañando el mundo sinfónico de Mahler

PUBLICACIÓN Sus diarios entre 1941 y 1945
Ernst Jünger: un oficial alemán en la ocupación de París

El cineasta Sebastián Lelio:
"Estoy trabajando en la relación entre amor y propiedad"

A propósito de "Roma":
Trascendentalismo

Novedad editorial "Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos":
Philip K. Dick visto por Emmanuel Carrère

Muestras imperdibles de la escena internacional
Las nuevas miradas en exposiciones notables de 2019           El Mercurio


ENCUESTAS

La última medición del año también dio un 46% de desaprobación a la gestión del Mandatario.


JUSTICIA


MEDIOS DE COMUNICACION

Otro focos estuvieron en estafas, seguridad ciudadana y feminismo:
Política y migración fueron los temas con más noticias falsas 
    El Mercurio
      OBITUARIO


 DEFUNCIONES
* Marta Violeta Aedo Fernández
* Alicia Almeida Zúñiga vda. de Acuña
* Elsa del Carmen Arechavaleta Milos
* Carl Víctor Bostelmann Petersen
* Roberto Orlando Cabezas Caimanque
* Carlos Ángel Casar Callazo
* Paz Fernández Lecaros de Valdez
* Marta González Jara
* José Raúl Pino Repetto
* Luis Orlando Quiroz Astudillo
* Osvaldo Villalobos Fernández

IN MEMORIAM

* Ana María Obradors Christensen

EXPRESIONES DE GRACIAS

* Ángela Aceto viuda de Christiansen
* Marcelo Alejandro Jesús Campillo Rozas
* Gloria del Carmen González Castro
* Mirta Genoveva González Gómez
* Laura Elena Navarro Fuenzalida
* María Ernerita Reyes Mena
* Sandra Rubio Rubio
* Ignacio Tuñón Pardo
* Hans Welhelm Adolfo Wagner Wagner                   El Mercurio


VIVIENDA

Ministro Cristián Monckeberg delinea estrategias para enfrentar explosivo aumento de estos asentamientos: Vivienda apostará por "barrios transitorios" para sacar a las familias de campamentos                                 El Mercurio

INTERNACIONAL

América Latina, bye bye 2018  - Gabriel Gaspar
Este año se instaló con fuerza el tema de la inmigración. Ojo, la migración no es algo nuevo en la región, desde hace décadas hay un proceso sur – norte de migrantes, especialmente de México, Centro América y Caribe hacia Estados Unidos. Las novedades en este punto fue el desplazamiento desde Honduras, El Salvador y Guatemala de un contingente de miles de migrantes rumbo al norte, no solo hombres en busca de trabajo, sino familias enteras con mujeres y niños escapando del terror que imponen las bandas delictuales -las llamadas “maras”-, una situación que alimentó el temor en los EEUU y que fue muy oportuno, por cierto, en tiempos de elecciones parlamentarias. El Mostrador

Nicaragua - El delito de ser ciudadano – por Sergio Ramírez     Ciperchile.cl


Un día después de fatídica explosión cerca de las pirámides de Guiza:
Policía egipcia mata a 40 presuntos terroristas tras atentado contra turistas 

ARGENTINA

Encuesta: 58% de los argentinos  considera que la economía del país tendrá en 2019 resultados iguales o peores que los de 2018, según un sondeo del Centro de Opinión Pública de la Universidad de Belgrano. El estudio reveló que el 38% de los encuestados cree que la situación económica del país empeorará y el 20% considera que se mantendrá igual, mientras que el 40% afirmó que la economía mejorará.
Argentina entró este año en una crisis económica con una alta inflación (47,6%) y la devaluación de la moneda, mientras que el gobierno pidió un crédito por US$ 56.000 millones al FMI.            El Mercurio


BRASIL


La Tercera

Su llegada al poder el 1 de enero representa el mayor giro político del país desde el retorno a la democracia: El Brasil de Bolsonaro enfrenta los desafíos de crecer sostenidamente y combatir criminalidad     El Mercurio

ESTADOS UNIDOS
Estados Unidos: Donald Trump Los demócratas están gastando tanto tiempo en acosarme que les queda poco tiempo para cosas como detener el crimen o para nuestro Ejército". Donald Trump, PRESIDENTE DE EE.UU. EMPLAZÓ A LOS CONGRESISTAS A HACER UN TRATO SOBRE SEGURIDAD FRONTERIZA PARA PONER FIN AL CIERRE PARCIAL DEL GOBIERNO.    El Mercurio


OPINION Y EDITORIALES (una selección – fragmentos)

La conciencia de la derecha  - Carlos Peña
La decisión del Tribunal Constitucional, comunicada este jueves, que rechazó la exigencia de arrepentimiento para la obtención de la libertad condicional por parte de violadores de derechos humanos, permite examinar un problema de central importancia: cómo ha de concebirse el papel de la conciencia en la vida pública.

La regla que el tribunal rechazó exigía a los violadores de derechos humanos, como requisito para obtener la libertad condicional:  Haber manifestado su arrepentimiento mediante una declaración pública que signifique una condena inequívoca a los hechos y conductas por las cuales fue condenado... 
La derecha impugnó la regla. Era, dijo, inconstitucional. 
La derecha sostuvo -y al parecer el Tribunal Constitucional compartió el argumento- que esa exigencia violaba la libertad de conciencia. La conciencia, dijo la derecha, equivale a un recinto íntimo que está más allá de toda exigencia, se trata de un ámbito inviolable de las personas que una exigencia como esa, de ser aceptada, atropellaría. Para coronar su alegato, el requerimiento de la derecha citó la argumentación que el propio Tribunal Constitucional formuló a propósito de la objeción de conciencia en el caso del aborto. Allí el tribunal había dicho que no era posible imponer la obediencia a una ley que infringe los dictados de la propia conciencia. 
El defecto del argumento esgrimido por la derecha salta a la vista.
Como es obvio, una cosa es esgrimir la conciencia para eximirse de cumplir la ley (el caso del aborto) y otra cosa, muy distinta, esgrimir la conciencia para violarla y negarse ex post a reconocer públicamente el crimen y su daño (el caso de quien violó los derechos humanos). Como se ha explicado infinidad de veces, el derecho no admite, no puede admitir, que un individuo se refugie en su conciencia para dañar a otro o para negarse a reconocer el daño que causó. Pero a eso es a lo que conduce la decisión del Tribunal Constitucional: a que la convicción de una persona que incluye la disposición a dañar a terceros no deba ser tenida en consideración a la hora de conferirle beneficios carcelarios.

Es increíble, pero luego de la decisión del Tribunal Constitucional, ese será el caso.
En el argumento de la derecha -y es de esperar que el Tribunal no lo repita- hay un error intelectual severo que consiste en confundir la exigencia de manifestar o expresar arrepentimiento, con el arrepentimiento como sentimiento interior.
Es obvio que para el derecho es imposible exigir el arrepentimiento interior, ese que demanda el cura en el confesionario, un arrepentimiento sincero que borra el pecado y permite asomarse al cielo.
Así también es obvio que es imposible que el derecho exija un compromiso interior de cumplir un cierto deber a la hora de prever que se jure o prometa cumplir los deberes adscritos a un cargo. Eso es evidente desde que Thomasius y, para qué decir, Kant distinguieron al derecho de la moral. Por eso la ley ahora impugnada no exigía el arrepentimiento en ese sentido, sino su pura manifestación externa mediante una declaración pública. Pero entonces -se dirá-, ¿qué sentido tiene solicitar la manifestación de un arrepentimiento que puede ser insincero puesto que la ley no puede invadir la conciencia para verificar su verdad? Tiene, por supuesto, un valor socialmente relevante. Él deriva del hecho de que la manifestación de arrepentimiento (la literatura la llamaría la dimensión performativa) es el compromiso intelectual, la aseveración pública de que en un crimen como ese se obró mal y no debió cometerse. Y esa exigencia (lo muestra el derecho comparado) es plenamente legítima. 
No es el arrepentimiento como sentimiento interior e inverificable lo que se solicitaba, sino la convicción intelectual de estar arrepentido lo que el proyecto, ahora rechazado, exigía.

Lo que se ha dicho de la manifestación de arrepentimiento vale también para cosas que nadie hasta ahora ha impugnado, como la exigencia de jurar o prometer que se hace a los testigos o la de cumplir la ley y la Constitución a que están sometidos los diputados y senadores. ¿O acaso ahora se les ocurrirá a quienes firmaron el requerimiento que la exigencia de jurar o prometer servir fielmente el cargo con que se ganan la vida -algo que deben hacer los propios miembros del Tribunal al asumir- viola la libertad de conciencia e invade el sagrado fuero interno y es inconstitucional? Algo como eso sería ridículo y tonto; pero algo tan ridículo y tonto es lo que se ha argüido a favor de los violadores de los derechos humanos.
Ridículo y tonto; pero, lo que es peor, dramático. 
Dramático, porque esta invocación a la conciencia que ha hecho la derecha para impedir que se exija expresar el arrepentimiento parece, en realidad, una forma de eludir su propia actitud en el pasado, de ocultar por enésima vez la mala conciencia de algunos de sus miembros.                                              El Mercurio
Jorge Navarrete
Y aunque sabíamos de la crisis de instituciones emblemáticas, nadie pudo imaginar un deterioro ético a estos niveles de profundidad. Lo que hemos terminado de conocer este año supera todo lo imaginable, especialmente si consideramos la posición y rol -tanto desde la ley como también de la fe- que los ciudadanos le otorgaban a Carabineros y la Iglesia Católica respectivamente. Quienes debían preferentemente protegernos y contenernos, cuya presencia fue otrora un signo de seguridad y esperanza, anidaron en su interior a victimarios, cómplices y encubridores, que terminaron aprovechando su posición de privilegio para cometer los delitos que hoy conocemos.
Parecía imposible, pero nuestra política y debate público siguen sorprendiendo para mal. Los argumentos son reemplazados por las agresiones físicas; la consigna populista anula la razón; mientras unos reivindican las dictaduras, otros pretenden silenciarlos con penas de cárcel; la polarización pulverizó al sentido común; y somos presa de una discusión binaria que desoye cualquier evidencia frente a la era del eslogan y la posverdad.
La Tercera
Ascanio Cavallo

Al parecer, se trata de evitar el resurgimiento del pinochetismo y, en particular, de la manera en que lo plantea el diputado Ignacio Urrutia. (Ya antes se ha intentado crear una excepción contra su fuero parlamentario para cuando diga lo que dice a menudo). Los políticos solían combatirse con política. Ahora se quieren combatir con censura. Alguien actúa como si estuviese perdiendo una refriega. ¿Desaparecerá el pinochetismo porque lo proscriban? Y esa, que sería una noticia, tampoco se podría publicar si excede las normas del bendito proyecto-mordaza.
La DC -sí, la DC- aporta lo siguiente: también hay que prohibir la negación de crímenes cometidos por otros regímenes, fuera de Chile. ¿Es en serio o es cachondeo? ¿Se trata de callar al diputado Urrutia, o al senador Navarro, o quizás a ambos? El aporte refleja el estado de vagón de cola en que quedó la DC durante la Nueva Mayoría. Frei Montalva, Tomic, Gumucio tendrían menos humor, pero no se tomaron un minuto en rechazar la “ley maldita” en los años 40.
Ahora el proyecto ha sido denominado, con más pompa que circunstancia, “contra el negacionismo”, buscando emular la legislación antinazi. Ninguna de las personas que lucharon por restaurar la democracia en los 80 -las que en verdad lo hicieron, no las que buscaban otra cosa- habría imaginado que tres décadas después siquiera se discutiera una segunda ley maldita, casi como espejo y desquite de las anteriores. Pero ese proyecto existe, y en torno a él se arremolina un confuso grupo de diputados. Hacen bien los periodistas que anotan esos nombres y siguen sus intervenciones, porque ahí se sabe dónde está cada quien. Dónde están los adversarios, los nuevos censores. La Tercera

La segunda década del siglo XXI había estado dominada en Chile por la crispación y la decepción de los ciudadanos insatisfechos, que demandaban más derechos y una mejor distribución de la prosperidad alcanzada por el país, una riqueza que cada tanto era recordada jactanciosamente por una élite que pensaba que la mejor forma de conformar al pueblo era recordarle que antes todo era peor. El fenómeno que irrumpió en 2011 era, por lo tanto, el despertar público de un malestar extendido que iba desde comunidades hastiadas por el abandono y los problemas ambientales (Freirina, Aysén, Petorca) hasta las movilizaciones estudiantiles, pasando por las marchas para la cobertura de salud y las pensiones miserables. A través de un recuento de las demandas y sus justificaciones, se podía reconstruir el paisaje de dificultades que debía sortear una gran cantidad de chilenos -endeudados- para rozar al menos la promesa de una vida mejor. Los gobiernos respondieron con anuncios de reformas y promesas. Las grandes marchas disminuyeron. Pero el descontento persistió fragmentariamente, se transformó en un ruido blanco o, más bien, en gestiones de crisis acotadas sin una propuesta coherente a largo plazo. Tal como se rellenan los baches de una pista de asfalto, en la medida en que un grupo se organizaba en torno a una demanda, se redactaba una ley con un nombre propio o se destinaba un monto de dinero para calmar el disgusto. La relación entre ciudadanos y autoridades quedó reducida a un mesón de reclamos. ¿Significa eso que el descontento se esfumara? Creo que no, solo se transformó en otra cosa, algo que, como el desastre incógnito de la instalación de Leppe, aún no tiene nombre. La Tercera

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